jueves, 7 de agosto de 2008

Triunfo y deuda de juego.


Argentina arrancó con un triunfo la defensa del oro olímpico. El triunfo fue de importante (a priori, el rival mas poderoso del grupo) a importatisimo por el desarrollo. Con todas las figuras a disposición sigue faltando algo. Hay una deuda táctico-estratégica que se evidencia más aún cuando se contrapone con el peso específico de las súper estrellas que hoy tenemos. Tienta tener un plantel así y tienta ponerlos a todos juntos; pero, ¿sirve el dibujo y el ritmo que propuso Batista hoy?. Descansamos en que la dupla Mascherano-Gago se complementa de maravillas, pero hoy se vieron desbordados por momentos. En esa zona de medios estaban los volantes argentinos en inferioridad numérica, contra 4 y a veces 5 africanos; con un despliegue y una dureza para el roce físico que desgasta a cualquier volante. También sufrieron ese roce los laterales, con mucho recorrido para adelante y casi siempre en inferioridad numérica. Pero los africanos no pudieron sacar grandes ventajas, por incapacidad propia, aún así con algunos desbordes maltrataron a la defensa argentina, como en el gol. En zona de creación de juego y de definición se encontraron con un rival rapidísimo de piernas. Riquelme no dio la pausa, su sello. Si la velocidad se usa sistemáticamente y no como recurso se vuelve previsible y controlable; doble oposición escalonada y listo (hasta que Messi saca un ¨conejo de la galera¨). El equipo del Checho tampoco usó las bandas con criterio, solo con la inclusión de Di María se ganó un poco de profundidad por la banda izquierda. Los tres delanteros y Riquelme utilizaron el ancho del área como sector de juego, ahí se necesita una precisión quirúrgica para desnivelar, pero se hacía tan rápido todo que terminaba en un reviente descarado de algún defensa africano.

Tendrían que haberle cambiado el ritmo, si los africanos juegan rápido le sacamos la pelota y usamos todo el ancho de la cancha. A estos equipos no es difícil sacarle el balón, por lo general lo dividen rápido por imprecisiones; pero si vamos a chocarlos y a ¨combatir¨ en la mitad de la cancha nos terminan ganando por contextura física. También volvía rápido la pelota de los ataques argentinos, esto hacía largo al equipo porque la defensa no alcanzaba la el círculo central que ya tenían el ataque africano de frente. También necesitamos asociar a mas jugadores en sectores determinados, según el rival y la circunstancia (ej: asociar dos sobre el defensa mas flojo, o doblar a algún amonestado, etc).

Resumiendo, tenemos materia prima para jugar como se nos ocurra. Pero juguemos a algo y que no nos salven las individualidades, no todos los partidos los vamos a ganar con 2 ¨avivadas¨.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Katon, Goukakyu no jutsu.