jueves, 3 de mayo de 2007

Asesinato en Milán

La escena del crimen fue el Giuseppe Meazza. El culpable Kaká y su pandilla, la víctima fueron los Diablos rojos de Manchester. Los testigos 65000 hinchas (5000 ingleses).


La vuelta de la segunda Semi Final de Champions League senteció la serie. Milán se reunirá con Liverpool (eliminó ayer por penales al Chelsea) el 23 de mayo en Atenas, rememorando la pasada versión de la Final de Champions el 26 de mayo del 2005 en el Infierno de Estambúl. Aquella vez fue para el equipo de Rafa Benitez.
Hoy el Milán piso su propia Arena con la promesa de devolverse aquella final, una revancha esperada. Pero antes había que ganarle al Manchester Utd. La ida dejó al equipo de Sir Alex Ferguson arriba por un macador de 3 - 2. El equipo italiano necesitaba solo un 1 - 0 o un 2 - 1 para sacar ventaja de sus goles de visitante. Pero aplastó todo intento de los Diablos de quedarse con la llave.
El equipo inglés versión anti Milán fue el mismo que el de la ida.

Pero nunca le encontraron la vuelta. Carrikc y Fletcher parecían perdidos enla mitad de la cancha, no encontraban posición. La línea defnsiva nunca pudo detener a Kaká e Inzaghi. Ronaldo fue una sombra y Rooney y Giggs no podían controlar la pelota. Cabe destacar que el primer tiempo se jugó bajo un diluvio, cuestión que favorecía enormemente la tarea de los italianos. Ese segundo que tardaban los rapiditos delanteros de Ferguson en controlar la pelota era el tiempo necesario para que la marca italiana tome posición y gane. Cuando jugaban de primera eran imprecisos e inofensivos.

Y el Milán no se apiadó de su par inglés, le apuntó al corazón y lo mató. Kaká fue el artifice de la victoria. Estuvo in-tra-ta-ble. Por dónde se movía encontraba juego y socios; y cuando le ganaba las espaldas a los volantes le apuntaba derecho a los centrales, a los que les ganó toda la noche. Lo tuvo siempre cerca a Seedorf, este enorme jugador holandés que tiene cabeza, sacrificio, marca y gol. A los 11 del primer tiempo se juntan, Seedorf le sirve de cabeza a Kaká para el borde de área y el brasilero se la clava abajo al palo izquierdo a Van der Sar. A los 30 el propio holandés controla en el borde del área e imita a Kaká y la pone en el mismo palo y a la misma altura. El Manchester no tuvo reacción. La segunda parte siguió el mismo curso. Pero a los 75 Gilardino (entró a los 65 por Inzaghi) puso marcador final a la historia en un mano a mano con Van der Sar y con el Manchester jugado a la ofensiva.
El equipo de Ancellotti mostró su temperamento para estas instancias y manipuló a gusto a uno de los mejores equipos de Europa.

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