martes, 22 de mayo de 2007

Historias - Marcelo Bielsa (Parte 2)

Así arrancó Marcelo Bielsa el ciclo al frente del Seleccionado Nacional. Ganando los dos primeros partidos lejos de casa. Se venía Holanda en Ámsterdam y la expectativa crecía. Bielsa sacó manual propio y empezó a darle forma y funcionamiento a sus ideas. Propuso un 3 – 4 –3, discutible desde el funcionamiento e interesante en el saldo pos partido. Empate en uno y sabor a triunfo. El equipo Argentino made in Bielsa comenzaba a imponer su sello: maltrato al rival en su campo, pressing ofensivo.
Pero los siguientes partidos mostraron la primer caída del nivel del Seleccionado. Los cuatro partidos pre Copa América 99 dejaron tres empates (Holanda, México y Lituania) y una derrota (Estados Unidos). Llegaban las dudas y el primer compromiso copero. Se decide por un esquema 3-3-1-3 para el debut y supera 3 –1 a Ecuador. Pero nos vamos de la copa en Octavos tras ser derrotados por Brasil.
En septiembre de ese año comienza la remontada, 2 – 0 y paliza a Brasil en Buenos Aires; y todos los diarios se enganchaban con el mejor partido de la Era Bielsa.



Luego el Seleccionado, en su camino al Mundial Japón-Korea 2002, jugó 28 partidos; ganó 18, empató 7 y perdió 3. Nunca abandonó el dibujo ni el sistema. Tres defensores; dos stoppers y un líbero. Los stoppers tomaban a los puntas y jugaban cerrados, intentaban no salir demasiado a las bandas. El líbero jugaba 10 metros mas atrás para cortar los laterales y también cortaba diez metros por delante de su posición; es decir, sobraba por delante y por detrás de la línea de marcadores. Un volante centro con poco recorrido vertical y férreo en la marca. Dos volantes laterales con buen juego asociado y mucha llegada. Un enlace con más vértigo que pausa. Y tres puntas, uno por dentro y dos por fuera. Ese era el dibujo. La estrategia era el pressing ofensivo. Exigía jugar en campo rival y pretendía robar y explotar. Siempre propuso gente de buen pie para no quedar presionado cuando se robaba la pelota (si uno recupera por cantidad de jugadores poblando una jugada corre el riesgo de quedar presionado). A veces pecó de necio pero la mayoría de los partidos complicó mas de lo que lo complicaron (dos de esas tres derrotas fueron con Brasil y la otra con el Espanyol en su Centenario). La Selección Nacional exigía el 101% a sus rivales; no era invencible pero debían dejar el corazón en la cancha para superarla.


Unos meses antes del Mundial la FIFA dio a conocer su ranking: Argentina número 1 y adorada por todo el mundo futbolístico. Llegaba al Mundial con la chapa de favorito.

1 comentario:

Mauro C dijo...

Cuando veo el equipo que le gano a Brasil se me cae un lagrimón, un equipazo.