Boca empató hoy en la Bombonera con Libertad de Paraguay por la ida de los cuartos de final de la Copa Toyota Libertadores.
Boca juega mal o, mas precisamente, se defiende mal. Hay dos Boca, el que ataca y el que defiende. La parte ofensiva la componen los dos delanteros: Palacio y Palermo. Riquelme como enlace; Neri como vertiginoso volante izquierdo, Bertolo como volante derecho (hoy por la suspensión de Ledesma) y los laterales Ibarra y Clemente como sorpresa. Esto nos deja como saldo defensivo exclusivamente a Morel, Silvestre y Banega. Todos los demás se suman a la jugada cuando esta lo pide. Las espaldas de los laterales, sobre todo la de Ibarra, son blanco permanente para las pelotas profundas que hacen salir lejos a los centrales. Terminan corriendo mucho y algunas veces golpeando de mas. Banega no tiene por característica primaria el quite. Tiene muy buen pie, marca y apuntala pero a veces es muy desprolijo; quizás por insuficiencias de marca de Cardozo y Riquelme. También es cierto que cuando Boca se entiende de media cancha para adelante es peligrosisimo, suma mucha gente con mucha velocidad y precisión.
Pero hoy se encontraron con algunas adversidades. El nivel esta bajo desde hace unos cuantos partidos (Argentinos, Velez, Arsenal), el rival fue durisimo y ordenado, Riquelme erró un penal, Caranta fue cómplice en el gol de Osvaldo Martínez y le anularon el gol del empate por un off side inexistente de Clemente. Libertad copó el ancho de la cancha con 5 volantes. Aquino bien abierto po derecha tomaba la proyección de Clemente en casi todo el recorrido. Cáceres y Bonet tomaban, escalonados, a Neri cuando quería aparecer por ese sector. Riveros, volante centro, tomaba a Riquelme. Guiñazú pretendía que Banega no salga limpio y lo iba a buscar al inicio de la jugada (a veces muy lejos). Marín se encargaba de Ibarra. Boca no tuvo juego asociado. Empató Palermo a los 45 del complemento y espera la vuelta en Paraguay el jueves que viene.
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